La Historia de Zacatecas y México a través de botones y pines


CALERA DE VÍCTOR ROSALES. Un profesor de escuela asentada en Morelos, Zacatecas, es de las pocas personas en la entidad y en el país que se han adentrado en un método poco conocido e inusual que permite exponer, informar y despertar el interés por conocer la Historia de México en sus últimos dos siglos.

Sin desconocer la relevancia de fuentes tradicionales de consulta, como libros, películas, documentales, biografías, fotografías, revistas, textos informativos e incluso la voz y autoridad de historiadores y cronistas, Jorge Alejandro Rodríguez Ortiz puede narrar la Historia de México desde una vasta colección de botones y pines, que formaron parte del uniforme o vestimenta de tropas y ejércitos nacionales y extranjeros.

Su colección hoy en día ronda entre los 4 mil botones, pines y prendedores, que ha adquirido mediante la compra directa con recursos propios, por regalos, donaciones y al encontrarlos cuando explora puntos históricos y referentes de Zacatecas en los siglos 19 y 20.

No obstante su encomiosa labor en torno a representar episodios de la Historia de México a partir de botones, algo poco visto en la entidad y México, a la fecha, a Jorge Alejandro Rodríguez no se le han abierto las puertas de las instituciones promotoras de la cultura de los gobiernos federal, estatal ni municipal para que, desde un espacio público, pueda exponer su colección a la sociedad zacatecana.

Un tesoro bajo resguardo

Al observar desde la calle el frente de la vivienda del profesor Jorge Alejandro Rodríguez Ortiz se percibe la sensación de estar frente a un museo al aire libre, porque tiene a la vista, sin mayor problema, figuras y símbolos sobre dioses, deidades, calendarios y guerreros de cantera que aluden a la cultura azteca.

Una vez adentro de la misma, esa curiosidad se transforma en asombro porque ahí pueden identificarse, bajo previa explicación, los 13 ciclos lunares que establecen el sincronario maya o, bien, la tumba de Pakal el Grande, un gobernante de la ciudad maya Palenque, de los años 615 a 683 de nuestra era.

Sin embargo, lo maravilloso de su casa se encuentra en una habitación que tiene sobre la terraza de su domicilio. En su interior se resguardan, a manera de tesoro, invaluables objetos que tuvieron un uso y funcionalidad en la sociedad, en los gobiernos y en los ejércitos del México de los siglos 19 y 20.

Entre rifles elaborados en 1864, que aún tienen visibles en el martillo percutor la inscripción U.S. (Estados Unidos de América), relojes de mesa, radios viejos, réplicas de fotografías de Francisco Villa, balas de cañón utilizadas en la Toma de Zacatecas, cuchillos de antiguos campesinos mexicanos, cámaras fotográficas antiguas, entre otros objetos, se encuentra una vitrina que resguarda monedas antiquísimas.

En este escaparate se esconde, a su vez, una pequeña caja de cartón que contiene un puñado de botones antiguos de distintos materiales, tamaños, colores y formas, que pertenecieron a soldados de tropa, de mandos medios y superiores de ejércitos nacionales y extranjeros, quienes hoy en día aparecen en los anales de la Historia de México.

Todo inició con un sueño

En 2010, el docente Jorge Alejandro Rodríguez Ortiz, a quien en la cabecera municipal de Calera se le conoce como Tenamaxtle, soñó con un soldado del México antiguo, a quien, ya muerto en el campo de batallas, le arrebatan los botones de su uniforme.

Al despertar, el profesor tomó como una señal las imágenes que vio mientras dormía y comenzó la búsqueda de esos botones en casas de antigüedades de la capital del estado.

El botón más antiguo de su colección data de la segunda mitad del siglo 17, época en la que México fue Colonia de España. Es pequeño y en su interior tiene grabado el relieve de un rostro.

La investigación que Tenamaxtle ha realizado al respecto indica que el origen de esta pieza remonta a un comerciante peninsular, quien utilizó esta forma para ponerle su sello a los productos que ofrecía.

En esta línea del tiempo figura un botón redondo grabado con un águila bicéfala, misma que en su pecho tiene un escudo con la letra “R” y, a los costados, las letras “Y” y “V”. A sus patas se abre, por izquierda y por derecha, una rama de olivo. Debajo de éstas se lee la frase “3 GARANT”. En el anverso tiene la inscripción “1821” y la palabra “YGUALA”.

Según refiere el profesor Jorge Alejandro Rodríguez, esta pieza, cubierta ya por el tiempo de moho negro, perteneció a la vestimenta de un miembro del Ejército Trigarante del emperador mexicano Agustín de Iturbide. Su símbolo representaba esta primera forma de gobierno que tuvo México.

La investigación realizada en este tema le ha permitido generar indicios de que México tuvo una bandera nacional con la misma imagen del botón, pero ésta habría sido ocultada en la Historia de México.

En este recorrido por la Historia contada a partir de botones se encuentran los del periodo 1824-1828, mismos que tienen el símbolo de la bandera nacional mexicana de ese tiempo; el botón de plata “La pitufina”, utilizada por el ejército del ex presidente Antonio López de Santana; así también, botones de prendas utilizadas por la escolta del revolucionario Francisco Villa, llamada Los Dorados.

Cada botón que resguarda el profesor Tenamaxtle representa un eslabón concatenado de la Historia de México. Su colección de botones, pines y prendedores también pasa por los de las tropas del ex presidente Porfirio Díaz Mori, y concluye con la vestimenta del ejército del ex presidente Álvaro Obregón, mismos que tienen el escudo nacional.

El simbolismo

En la década de los años 60 del siglo 19, los botones jugaron un papel fundamental dentro de los códigos de identificación de los partidarios y adversarios del Juarismo y del Segundo Imperio.

Dentro de su catálogo, el profesor Tenamaxtle tiene los botones de las prendas que utilizaban los partidarios de Benito Juárez García, mismos que se caracterizaron por ser planos y troquelados, en cuyo centro figuraba el Gorro Frigio, del que se desprenden rayos solares, un símbolo de la masonería.

Los partidarios de la Monarquía instaurada por Fernando Maximiliano José María de Habsburgo-Lorena, conocido también como Maximiliano I, utilizaban en sus prendas pines y botones que tenían grabado el distintivo de su escudo nacional, un águila que come una serpiente, sobre la cual pende una gran corona.

También figuran los botones que tienen grabada la frase “PHRUSIA”, los cuales, refiere el docente, correspondían a la vestimenta del ejército que escoltó al Segundo Emperador de México; o, bien, los que tienen la inscripción “Napoleón III”, que distinguían a militares enviados a México por el emperador francés.

En su colección faltan los botones que tienen en su sello las letras “M” y “C”, iniciales de Maximiliano y Carlota, de cuya existencia tiene conocimiento por haberlos visto en una fotografía.

Los botones, refiere el profesor Jorge Alejandro Rodríguez Ortiz, eran elaborados en maquilas de Inglaterra y Francia. Para muchos mexicanos, portarlos o dejarlos de usar llegó a representar vida o muerte…

Botonística

La Real Academia Española no tiene una palabra que defina a aquéllos que coleccionan botones y pines sobre episodios históricos, como sí lo hace con el término “numismática” para referirse a aquellas personas que estudian monedas y medallas antiguas.

Sin embargo, los interesados en este tipo de colecciones se han agrupado bajo el término “Botonística” y, a través de las redes sociales digitales, hoy en día tienen la posibilidad de intercambiar, comprar y vender botones, pines y prendedores utilizados en algún momento de la Historia de Hispanoamérica.

En Zacatecas, la red de personas interesadas en la Botonística es muy reducida y dispersa, y generalmente está integrada por aficionados y coleccionistas de objetos utilizados en episodios de la Historia del estado, de México y del mundo.

El docente Jorge Alejandro Rodríguez informó que existe un marcado desinterés por las autoridades gubernamentales en apoyar y abrir espacios a los coleccionistas de objetos antiguos dentro de la cultura.

“Yo, como otras personas más, tengo objetos para hacer exposiciones dignas de exhibirse en un museo, pero las puertas no se abren. Metemos solicitud, visitamos a funcionarios de gobierno, les presentamos nuestro proyecto y sólo nos dan respuestas estériles e infructuosas”, lamentó.

El profesor Tenamaxtle está por concluir su colección de botones; le falta también una pieza que en su centro tiene como sello la imagen del insurgente mexicano Miguel Hidalgo y Costilla, mismo que fue elaborada en el gobierno de Porfirio Díaz con motivo de la conmemoración del Centenario de la Independencia.

“Si no tengo apoyo de las áreas de cultura del gobierno, cuando tenga completa la colección, iniciaré la exposición de botones y pines con mis estudiantes de secundaria, para que este gran esfuerzo que realizo valga la pena y ellos puedan conocer la Historia de México desde otra perspectiva”, concluyó.

José Córdova / Tropicozacatecas.com

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