Resurge la actividad económica en Noria de Ángeles


NORIA DE ÁNGELES. El silencio que hace compañía a Noria de Ángeles en un sábado a las 10 de la mañana es de tal magnitud que permite escuchar con claridad, a una corta distancia, el tenue sonido que emerge del agua que corre por el riachuelo que cruza este poblado.

Caminar por sus limpias y desérticas calles, ausentes de vida y de aparente desarrollo social, puede generar la impresión al visitante que se tiene ante sí un pueblo “fantasma”.

Al sólo mirar el perfil modesto y deteriorado de algunas viviendas del centro de este municipio, construidas hace más de tres siglos, nadie que desconozca la historia de Noria de Ángeles se atrevería a afirmar que este poblado fue centro habitacional contiguo a Real de Ángeles, una de las minas más prominentes que la Corona Española encontró en Zacatecas para saquear.

Aunque la riqueza mineral de su suelo reposicionó nuevamente en el plano internacional el nombre de Real de Ángeles en las décadas de los ochenta y noventa del siglo anterior, este hecho no pudo impedir el flujo migratorio poblacional y el paulatino deterioro de la vida económica de esta demarcación.

Sin embargo, no obstante que las remesas se han constituido como uno de los ingresos más esperanzadores de quienes habitan este pueblo, hoy en día, a través de la crianza y venta de animales de traspatio, los pobladores de Noria de Ángeles han encontrado un medio de ingreso y sustento económico que podría perfilar a esta municipalidad como una zona ganadera en el sureste de Zacatecas.

Noria de Ángeles y su vocación ganadera

En Noria de Ángeles, Zacatecas, los habitantes han encontrado un medio de subsistencia con la crianza de animales.Ve aquí el reportaje sobre este municipio que antaño fue prominentemente minero.https://tropicozacatecas.com/2018/06/24/resurge-la-actividad-economica-en-noria-de-angeles/

Posted by Trópico de Cáncer Noticias on Sunday, June 24, 2018

Crianza y venta de animales

En un corral doméstico ubicado en la calle 5 de mayo, de la colonia Centro, en Noria de Ángeles, El Cheque Martínez, peón de un hato ganadero de Guillermo Dávalos, corta con navaja en mano la colita a dos borregos Dorper cabeza negra que nacieron la mañana de este sábado.

Con éstos ya suman seis los borregos que han nacido este mes en el corral de Memo Dávalos y, con ello, se incrementa a 17 el número de borregas Rambouillet y Dorper que tiene en su haber.

Para evitar que los demás borregos desorienten a las nuevas crías y que éstas puedan alimentarse de forma factible de la ubre de la madre, han sido separadas. A la borrega parida se le han puesto dos improvisados recipientes, uno con agua y otro que tiene alfalfa recién cortada y pastura con grano de maíz quebrado.

A partir de este momento, los nuevos borregos empiezan un proceso de crecimiento y destete. Para diciembre próximo tendrán seis meses y llegarán a pesar más de 50 kilogramos.

Memo tiene pensado venderlos a un comprador de la zona, quien paga el kilo de borrego en pie entre 40 y 42 pesos. Éste revende los animales en un tianguis de ganado que se instala en Salinas Hidalgo, San Luis Potosí, ubicado a 40 kilómetros de Noria de Ángeles.

El destino siguiente de estas crías ovinas recién nacidas serían tianguis de ganado ubicados en Texcoco, Estado de México, Hidalgo y la Ciudad de México, donde son comprados para reproducción o para sacrificio con fines de suministro de carne y utilización del pelaje.

Visión de progreso

Guillermo Dávalos es uno de los pocos migrantes de Noria de Ángeles que ya no volvió a Estados Unidos y decidió rehacer su vida en su terruño, al lado de su familia y con miras a ser partícipe de un progreso social.

A falta de oportunidades laborales en la región, mismas que se reducen a albañilería o a peón de campo, Memo optó hace un par de años por comprar tres borregas y rentar un semental. De esta manera, se insertó, como varias personas más de esta población, en la actividad económica ganadera.

Los habitantes de alrededor de 15 por ciento de los hogares de la cabecera municipal de Noria de Ángeles actualmente encuentran un medio adicional de ingresos en la crianza y venta de ganado bovino, ovino, caprino y porcino.

“Una alcancía de cochinito”

El Cheque Martínez tiene 44 años y es padre de cuatro hijos. El trabajo de cercanía que ha realizado con Guillermo Dávalos, en la crianza de borregos, le ha permitido tener una celda prestada para la crianza de un marrano que piensa vender en diciembre.

Después de darles de comer a las borregas de Memo, se dirige hacia su puerco de cuatro meses y vierte desperdicio de comida y maíz quebrado en su comedero, además de que llena de agua su bebedero.

Esta actividad le emociona, se nota en su semblante y en la forma de hablarle al cerdo. “A ver, coma, coma, ahí le va para que se ponga llenito”, expresa mientras realiza la faena.

“Este marranito lo compré en 700 pesos hace cuatro meses. Tenía 40 días de nacido cuando lo agarré. Para este diciembre, si Dios me da licencia, lo voy a venir vendiendo por lo menos en 3 mil pesos… Ahora sí que es una alcancía de cochinito”, refiere entre risas.

Pocos apoyos gubernamentales

Sin embargo, no todo es alegría y prosperidad entre los pequeños ganaderos de Noria de Ángeles. Ni El Cheque, Memo ni otras personas más se encuentran registradas en la Asociación Ganadera Local de Noria de Ángeles, tampoco tienen un acercamiento con las autoridades municipales, con lo que se quedan al margen de los pocos apoyos gubernamentales que existen al respecto.

La falta de transparencia y las condiciones de desigualdad en la asignación de recursos y apoyos de carácter público para el fomento de la ganadería que existe en Noria de Ángeles, como también en otros municipios de la zona, como son las Villas (Villa Hidalgo, Villa García y Villa González Ortega), ha generado desconfianza y escepticismo entre los pequeños ganaderos locales.

Pese a ello, estos pobladores no abandonan su interés en la crianza y venta de animales y, al contrario, involucran y enseñan a sus hijos, las nuevas generaciones de esta municipalidad, lo referente a la práctica y operatividad de este oficio, de tal forma que pueda representarles a mediano y largo plazos una fuente de ingresos económicos.

De acuerdo con su blasón, Noria de Ángeles, en sus viejas casonas, con muros de adobe de 70 centímetros de grueso, no deja de recordar sus vínculos históricos con la Monarquía española.

En sus montañas de mineral que sobresalen en los cerros que la cobijan en su lado sur, se refrenda la vocación minera, y con la crianza y venta de animales que ha resurgido con ahínco entre los habitantes de su cabecera municipal, La Noria reivindica su histórica vocación ganadera.

José Córdova / Tropicozacatecas.com

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