Estudiantes de Zacatecas practican el arte Ebrú


ZACATECAS. Con un video de 4 minutos y 33 segundos, hace dos años, el artista turco Garip Ay llamó la atención de corrientes, movimientos y vanguardias artísticas de los cinco continentes del planeta, en el que muestra un trabajo con técnica de pintura sobre agua, mejor conocido como arte Ebrú.

En tan sólo unos días, el vídeo logró 24 millones de reproducciones. En éste hace una recreación de La noche estrellada, pintura de Vicente Van Gogh; posteriormente en la misma base de pintura, Garip pinta Autorretrato, otra obra del artista impresionista holandés, misma que, posteriormente, plasma en papel washi.

No obstante que sus orígenes se remontan a un pasado milenario, mismos que le valen considerarlo por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial, desde hace décadas ha resurgido el interés por el arte Ebrú, por lo que se estudia, practica y promueve por distintas corrientes artísticas, principalmente de Medio Oriente y Europa, aunque tiene presencia en todo el planeta.

En virtud de que es variado su uso y funcionalidad, pues puede servir para el decorado de encuadernación, papel tapiz o estampado en mármol, estudiantes de la Escuela Estatal de Conservación y Restauración de Zacatecas Refugio Reyes trabajan en el aprendizaje y práctica de esta técnica artística.

Suminagashi, Marbling, Ebrú

Si bien el arte Ebrú toma su nombre del turco, que se traduce como “nube”, es incierto definir su nacimiento.

Algunas fuentes históricas refieren que surgió en Japón en el siglo 11, bajo el nombre Suminagashi, que consiste en una técnica para plasmar colores y figuras en un papel a través de ponerlo en contacto con tintas que flotan en agua.

Habría llegado a Medio Oriente a través de las rutas comerciales; sin embargo, se coincide que el Ebrú más antiguo que se conserva data del siglo 15 y fue encontrado en el palacio de Topkapi, ubicado en lo que hoy es Estambul, la ciudad más poblada de Turquía.

En el siglo 17, el interés por pintar sobre bases de agua provocó el resurgimiento del arte Ebrú bajo el nombre Marbling o papel jaspeado. Fue utilizado para forrar cubiertas de libros, cofres, estanterías o dar autenticidad a documentos.

Es difícil hacer réplicas

Al ser un arte, el Ebrú va de la mano con el proceso de creación, innovación, adaptación y ejecución de cada artista, por lo que los materiales, las técnicas e incluso los procedimientos y temporalidades varían por zonas y regiones del mundo.

En términos generales, puede decirse que sobre agua que ha sido espesada con bilis de ganado o hiel de buey se rocían tintas de aceite, ya sea con gotero o puntas de agua.

Con cepillos, ramas de rosal, varas, bambú u objetos puntiagudos se plasman los motivos en la pintura. En este ínter se agrega aceite, alcohol o colorante, para dar consistencia a la imagen trabajada.

Pueden pasar hasta cinco días para que el trabajo adquiera consistencia. Cuando está listo, se pasa un lienzo, textil, vidrio, placa de mármol o papel especial para replicar la imagen que se trabajó sobre la placa de agua.

A diferencia de otras técnicas artísticas, en el Ebrú cada pieza es única, por lo que, en virtud de la dificultad del trabajo, es difícil hacer una réplica.

Al momento de realizar un trabajo de Ebrú, se recomienda escuchar música zen o relajante, para adquirir paciencia en cada uno de los procesos.

Espesar agua con chía

Con la finalidad de responder al alto sentido de compromiso que requiere el ser conservador y restaurador de bienes muebles e inmuebles, nueve estudiantes de la Escuela Estatal de Conservación y Restauración de Zacatecas Refugio Reyes cursaron un Taller de Estampado Turco Ebrú.

Éste fue impartido por el artista Fernando Jiménez, como parte de las sextas Jornadas Académicas de la Conservación y Restauración, que, además de dar a los estudiantes de esta institución de nivel superior la posibilidad de formarse teóricamente, les posibilitó desarrollar aprendizaje práctico en otras disciplinas de esta materia.

La técnica aprendida en este taller no varía mucho del procedimiento en el que se trabaja el Ebrú en otras zonas del mundo, salvo con la variedad de utilizar chía para dar al agua una consistencia más espesa.

El sentido de este aprendizaje no es perfilar profesionalmente egresados que sean propiamente creadores de arte, sino que tengan la capacidad de restaurar arte, así como bienes muebles e inmuebles, comentaron autoridades de esta institución de nivel superior, cuya sede se ubica en la Alameda J. Trinidad García de la Cadena, en el Centro Histórico de Zacatecas.

Por ejemplo, este aprendizaje permite a los estudiantes tener en un futuro bases para restaurar libros de los siglos 16, 17 ó 18 existentes en colecciones de bibliotecas zacatecanas, cuyos empastados fueron realizados con Ebrú, refirieron.

José Córdova / Tropicozacatecas.com

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