Arte rupestre y vestigios paleontológicos, un nuevo rostro de Guadalupe


GUADALUPE. En silencio y de forma discreta, el municipio de Guadalupe guarda consigo un secreto cuyo contenido se remonta a los tiempos prehistóricos.
Pareciera que su rápido crecimiento poblacional y desarrollo urbano, mismo que lo coloca en el top 5 de las ciudades más competitivas y sustentables de México, encauza a hacer perdidizo este tesoro cultural.
En esta localidad, que ronda en los 200 mil pobladores, quienes habitan una extensión territorial que apenas ocupa el 1.1 por ciento de la dimensión del estado de Zacatecas, existen tres sitios identificados con pinturas rupestres y una zona donde se han encontrado vestigios paleontológicos, que tienen en su haber miles de años de existencia.
Éstos forman parte de los 50 sitios rupestres y 17 zonas paleontológicas que se tienen registradas en Zacatecas, en los que actualmente el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realiza estudios para conocer sobre los grupos humanos y la fauna que predominó hace miles de años.
En tanto que en este municipio, que recientemente recibió el nombramiento de Pueblo Mágico, su alcalde, Julio César Chávez Padilla, informó que, como parte de la ruta de gobierno que sigue, se tiene una política de apoyo hacia el rescate, preservación y difusión de las manifestaciones históricas y culturales

 

Tres sitios en La Sierra Fría

La Sierra Fría, donde se enclava el Cerro de la Virgen, que se mantiene como un firme guardián que escolta la zona conurbada Guadalupe-Zacatecas, alberga algo más que las torres y antenas de transmisión de televisión y radio de ambas municipalidades.
Entre los riachuelos que se forman en sus suelos, la predominante flora y fauna típica del semidesierto zacatecano, y en medio de los senderos marcados por quienes suelen ir a correr o explorar, se encuentran cuatro zonas en las que se han encontrado pictografías rupestres cuya creación se remonta a miles de años atrás.
De acuerdo con el registro del Centro INAH Zacatecas, los sitios son La Higuera, Las Cruces, La Virgen y Los Pintados. Los primeras se ubican geográficamente en la capital del estado, los dos últimos en Guadalupe.
La investigación arqueológica sobre las manifestaciones rupestres son escasas en el estado de Zacatecas. Generalmente, el mayor trabajo de investigación se enfoca en los grupos y asentamientos prehispánicos, explicó el investigador del INAH Carlos Alberto Torreblanca Padilla.
Es precisamente por esta situación que no existen investigaciones a fondo sobre las pictografías rupestres encontradas en el sitio La Virgen.


En una pared rocosa de este lugar hay grabados en colores negro y rojo, que pueden considerarse pinturas dactilares, es decir, que fueron elaboradas por dedos humanos.
El material de estos grabados fue elaborado al igual que en las diferentes pinturas rupestres encontradas en distintos puntos del planeta; esto es, con la utilización de óxidos de hierro y manganeso, huevos o sangre de animales, resina de vegetales y agua.
En ellos aparecen motivos figurativos antropomorfos (humanos), fitomorfos (plantas) y zoomorfos (animales), soliformes (sol radiantes) y geométicos (líneas, puntos, círculos), explica el arqueólogo Torreblanca.
A la fecha, no se ha establecido la fecha de su creación; sin embargo, se estima que fue antes de nuestra era, miles de años atrás en la línea del tiempo.


Sobre la manifestación rupestre encontrada en la cueva Los Pintados existe una investigación publicada en la edición de enero de este año en la Revista Chicomoztoc, titulada “Un motivo rupestre en la cueva Los Pintados, Guadalupe, Zacatecas: una hipótesis sobre los Zacatecos”.
La investigación, por Carlos Alberto Torreblanca Padilla y Xóchitl Hernández Noriega, descansa en torno a una figura encontrada en este lugar un arco tensado con flecha con dirección celeste.
Los autores sostienen que su autoría es del grupo prehispánico Los Zacatecanos, que habitó esta región en el periodo posclásico tardío, hacia los años 1200 a 1500 de nuestra era.
Su hipótesis la fundamentan en pinturas similares encontradas la Cueva del Molino, en el municipio duranguense Nombre de Dios, así como en la Cuevas Pintas, ubicada en Sombrerete. Ambos sitios fueron habitados por esta etnia.
Particularmente en esa región, los estudios arqueológicos más antiguos se remontan al año 1987, a cargo de los investigadores José Luis Lorenzo y Lorena Mirambell, quienes en excavaciones encontraron lascas, lascas retocadas, navajas, núcleos y puntas tipo Dart.
Estos vestigios remontan su creación hasta 2 mil años atrás antes del presente, según consta en un informe que se encuentra en los archivos de el Centro INAH Zacatecas.


De acuerdo con la agenda de proyectos de esta institución, actualmente se trabaja en la conformación de un equipo de investigadores para levantar el registro de un tercer sitio de manifestaciones rupestres en Guadalupe.
El lugar se ubica en la comunidad San Ramón. En 1993 se presentaron los resultados de la única exploración arqueológica realizada en esa zona. El trabajo es de autoría de Irene Escobedo, mismo que fue publicado en la revista Polémica de Zacatecas, bajo el título Arte prehistórico en San Ramón, Guadalupe.
Esta investigación será el punto de partida de los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia para realizar la indagación.

 

Un mamut, un tigre dientes de sable…

El 7 de noviembre de 1990, a las orillas del arroyo de Guerreros, de Guadalupe, justo donde se ubica el puente Calabacillas, en la zona norte de Guadalupe, Pablo Chávez realizaba una pintura paisajista de caballete.
Era un día por la tarde cuando cayó una lluvia torrencial, que le hizo resguardarse debajo de un árbol. La corriente de agua que se formó sobre al arroyo dejó al descubierto lo que en primera impresión parecía una raíz cuerveada de un árbol.
La forma del objeto llamó la atención del pintor, quien se acercó y la tomó con sus manos…


Hoy ese objeto se exhibe en el Museo Comunitario de Zóquite, ubicado a 15 kilómetros de la cabecera municipal de Guadalupe. Se trata de un colmillo de mamut colombino, una especie que habitó Norteamérica en la época del Pleitoceno (de 2 millones hasta 10 000 antes de Cristo), misma que medía hasta 4 metros de altura y pesaba de 8 a 10 toneladas.
Esta pieza arqueológica, que mide 150 centímetros de largo y un ancho de 5-8 centímetros, fue donada por su descubridor. Se muestra al público en una sala en la que le acompaña una réplica de un esqueleto de mamut, mismo que fue construido el equipo de Spintersaurus, con asesoría del paleontólogo Rubén Guzman.

En este museo también se exhibe un cráneo incompleto de un tigre dientes de sable, ejemplar que se cree pudo haber pesado hasta 280 kilogramos y cuya existencia se remite a hace 1.6 millones de años.
Así también, se exhiben fósiles y minerales encontrados en el arroyo de Guerreros, que si bien es una ramificación de la subcuenta del Río San Pedro, hoy su lecho está seco.

Se desvelan los secretos

La administración municipal de Guadalupe se encuentra en este momento en un proceso de articulación y proyección del valor histórico y cultural de esta municipalidad.

Así lo confirmó su presidente municipal de Guadalupe, quien manifestó que están en la mejor disposición de colaborar con el Instituto Nacional de Antropología e Historia o la propia Unidad Académica de Antropología de la Máxima Casa de Estudios, a fin de rescatar en este tesoro de carácter histórico.

“Nosotros estamos trabajando en un catálogo de los valores históricos y culturales de Guadalupe porque queremos difundirlos y proyectarlos para que los guadalupenses seamos los primeros cuidadores de nuestro patrimonio”, expuso.

Parece ser que tenían que pasar más 450 años de que fue fundado este municipio, mismo que recientemente recibió el reconocimiento de Pueblo Mágico, para que por fin desvelará los secretos que guardaba consigo.

Este municipio no sólo destaca por el valor de su patrimonio arquitectónico y el arte virreinal que alberga en su museo, sino también por los vestigios que se conservan sobre las primeras flora, fauna y asentamientos humanos que predominaron en esta región.

 

Carlos Triana / Tropicozacatecas.com

Fotos:

* Carlos Torreblanca / Cortesía Centro INAH Zacatecas

* Erik Flores / José Córdova

* Cortesía Museo Comunitario Zóquite

 

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