Delincuentes se apoderan de La Capilla, Ojocaliente


OJOCALIENTE. El nombre que tiene esta comunidad no representa ningún impedimento moral para la delincuencia.

Desde hace unos meses La Capilla, comunidad ubicada al noreste de Ojocaliente, ha sido objeto de robo tanto en sus inmuebles públicos como particulares e incluso se han registrado secuestros.

El colmo de esta problemática social, misma que ha sido desatendida por los gobiernos municipales y estatal, se presentó hace un par de días, cuando se robaron las cámaras de videovigilancia.

Campesinos y migrantes

La Capilla se encuentra a 17 kilómetros de la cabecera municipal de Ojocaliente. Si bien la distancia es corta, esta distancia puede recorrerse hasta en más de media hora, debido a que el acceso es de terracería.

La actividad económica de esta comunidad, que tiene alrededor de 1 mil 500 habitantes, es la agricultura de temporal, aunque también reciben ingresos vía remesas procedentes de los que emigraron hacia los Estados Unidos de América.

Hace apenas unos años, se instaló en esta comunidad un plantel del Telebachillerato comunitario, hecho que fue arropado y visto con buenos ojos por la comunidad, pues representa una posibilidad de formación escolar para los jóvenes, algo que parecía impensable a principios de esta década.

No obstante su anhelo y su espíritu de progreso. El nivel de marginación social de esta comunidad es considerado como medio, pues en el lugar predominan los caminos de terracerías, aún hay algunas viviendas que no tienen agua potable en su vivienda y que también carecen de alumbrado público.

Solos ante la inseguridad

Hace cuatro días la comunidad se conmocionó, fue en su totalidad fue saqueada la casa de una mujer conocida en la región. Los delincuentes aprovecharon un momento de ausencia de su domicilio e ingresaron para sacar sus muebles y electrodomésticos.

No obstante este hecho, dos días después la delincuencia se robó cinco de las seis lámparas que tiene el único jardín de la comunidad y además se robaron las cámaras de videovigilancia, mismas que se instalaron en lo más alto de postes del alumbrado público, mismos que miden hasta 6 metros de alto.

Pobladores de esta localidad ya venían venir esta situación, pues en meses anteriores fueron secuestrados dos personas de la comunidad y no obstante que denunciaron esta situación, no recibieron el apoyo de los cuerpos de seguridad.

El plantel del Telebachillerato Comunitario también ha sido un blanco preferido por los delincuentes, pues en dos ocasiones ha sido saqueado por la delincuencia que azota a los pobladores.

En la segunda vez que fue robado el plantel, los habitantes acudieron a solicitar apoyo al presidente municipal de Ojocaliente, Daniel López Martínez, y su esposa, la presidenta honorífica del DIF municipal, prometió un velador… pero éste aún no ha llegado al plantel.

Ante este este panorama social, los habitantes de esta comunidad han optado por refugiarse en la identidad religiosa de su comunidad, pues ante la ausencia de apoyo de los gobiernos estatal y municipal sólo la fe en lo divino aminora su pesar por las acciones de inseguridad.

Carlos Triana  / Tropicozacatecas.com

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