“Nos están matando de hambre y de sed”


FOTOS: ERIK FLORES / Tropicozacatecas.com

JIMÉNEZ DEL TEÚL. La crisis del agua potable ya se encuentra a la vuelta de la esquina en el territorio zacatecano, y los estragos ya están presentes en los habitantes de Guadalupe, de la capital y Fresnillo, quienes cada vez resienten más la falta del vital líquido.

La solución a esta problemática se encuentra en Jiménez del Teúl, municipio ubicado a 250 kilómetros de la capital, rumbo al noroeste del estado, desde donde se abastecería de agua a más de 500 mil personas durante 50 años.

Se trata de la construcción de la Presa Milpillas, que se ubicaría en el corazón de la Sierra Madre Occidental, en una de las zonas más pobres del estado, que abastecería del recurso hídrico a por lo menos siete municipios y potenciaría el desarrollo económico de la región a través de la agricultura.

La esperanza del progreso

Esta obra, sin embargo, ha dividido a la población de Jiménez del Teúl, por lo que en las tiendas de abarrotes, en los caminos de terracería o en las asambleas, dialogan quienes están de acuerdo con que se lleve a cabo, pero también quienes, con o sin argumentos e incluso sin conocer el proyecto, se oponen.

En un corral con cerco de piedra ubicado en la entrada a Atotonilco, la comunidad más grande de Jiménez del Teúl, ubicada a 6 kilómetros de la cabecera municipal, un hombre muele pastura en su trilladora para darla a un reducido hato ganadero.

Y aunque el Sol aún no llega al cenit, el sudor ya corre por la frente de ese pequeño ganadero, pues del ritmo de trabajo que imprima depende el sustento de su familia.

Su nombre es Juanito y, al igual que cualquiera de los campesinos que forman parte del ejido Atotonilco, puede dar cuenta de lo difícil que es prosperar en ese lugar, en el que la mayoría aún abre surcos de tierra con azadón en mano y siembra con el apoyo de yuntas.

Él y su familia ven en la construcción del Proyecto Hídrico Milpillas, que se ubicaría a unos kilómetros de su vivienda, la oportunidad de progreso para su comunidad, con la que han soñado desde hace décadas.

“No necesitamos al gobierno”

En algunas de las reducidas e inclinadas calles de la cabecera municipal de Jiménez de Teúl, cimentadas en un pequeño punto de la Sierra Madre Occidental, caminan la desconfianza, el rechazo a la presa y al propio gobierno.

Cuando algunas personas escuchan hablar de la Presa Milpillas, la reticencia se hace presente y comienzan las descalificaciones contra este proyecto.

En una de las tiendas de abarrotes, dos campesinos, quienes se reúsan a dar sus nombres, “por temor a represalias”, aseguraron que ésta es una obra que sólo será de beneficio para alimentar a la compañía cervecera de Grupo Modelo, asentada en Calera.

Aunque no se consideran miembros de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), apoyan a este grupo que desde hace dos años encabeza el rechazo de ejecución del proyecto, bajo los argumentos de que, al construir la presa, se privatizará el agua, además de inundar algunas comunidades y llevarse todo el recurso hídrico para dotarlo a la cervecera y a las compañías mineras.

Sin embargo, los contratos del proyecto estipulan que no se usará un solo litro de agua de Milpillas en la actividad minera ni industrial.

Trópico de Cáncer Noticias acudió a Jiménez del Teúl para recabar testimonios sobre la construcción de la Presa Milpillas, pero quienes están en contra, de manera unánime, se opusieron a que quedara grabada su voz o su persona.

Sus argumentos fueron que están señalados “por el gobierno” y no se quieren meter en problemas. Su fe es ciega en que el proyecto no debe ejecutarse porque “nos secarán el río y se llevarán la poca agua que tenemos… Pero todo mundo sabe que esa agua irá para la Corona (cervecera) y a nosotros nos la venderán”.

“Es más, no necesitamos al gobierno para nada, y si quieren construir, no los dejaremos, vamos a llegar hasta donde tope”, fue la exclamación de un hombre que accedió a hablar, pero que no proporcionó sus datos ni accedió a ser fotografiado ni grabado en video.

CHOCAN POBLADORES POR EL PROYECTO MILPILLAS

Habitantes de Jiménez del Teúl exponen la situación que prevalece por la construcción del Proyecto Milpillas, que se ha detenido por el conflicto entre pobladores.

Posted by Trópico de Cáncer Noticias on Friday, July 19, 2019

“Nos está matando de hambre y de sed”

Jiménez del Teúl prácticamente se ha dividido en dos sectores: el que claramente rechaza el Proyecto Milpillas y el que está a favor de que se construya.

Benjamín Miranda González, dirigente de la organización Comunidades por el Agua y la Libertad (Comal), encabeza a un grupo de más de 100 ejidatarios que defienden el proyecto porque saben que con él habrá la suficiente agua para el desarrollo de sus pueblos, ya que se detonarían la agricultura y ganadería.

Sin embargo, existen quienes se oponen, y que se concentran en la Red Mexicana de Afectados por la Minería, cuyos miembros avizoran que la Presa Milpillas es nociva para el municipio.

Para Miranda González, “la humanidad tiene derecho al agua, tenemos que darle de beber al sediento, ya que es un mandato divino, es un mandato social y es un mandato que se establece en la Constitución… Todos los ciudadanos tenemos derechos y tienen que ser respetados por cada uno de nosotros”.

El hecho de que los integrantes de la organización Comal han manifestado estar a favor de Milpillas les ha traído problemas graves con REMA, al grado de ser objeto de amenazas de muerte, de agresiones físicas y de que serán expulsados de los ejidos.

“No estamos en contra de nadie, estamos a favor de la defensa del agua y de la vida. Si nuestros hermanos de Zacatecas, Guadalupe, Calera… necesitan el agua, tenemos que ayudarlos. Es por humanidad”.

Benjamín Miranda y los miembros de la organización han reiterado el llamado a las autoridades estatales y federales a que intervengan en este conflicto, a que se dialogue con los pueblos de maneras pacífica, respetuosa y honesta, y que detenga las manifestaciones de quienes se oponen al progreso de la región con la cancelación de la presa.

“Pedimos a los pueblos que se manifiesten a favor de la vida, si nosotros tenemos el afluente que les dé la vida a nuestros hermanos, ante la grave sequía y falta de agua, debemos unirnos y usar nuestros recursos y reservas nacionales no a favor de las empresa, sino de la humanidad”, externó.

“A nosotros nadie nos compra nuestra conciencia, el gobierno federal no ha dado seguimiento a estos problemas, y el llamado es para defender el río y el agua, pero sin afectar a los pobladores, que ayudemos a los hermanos de Fresnillo, Guadalupe y Zacatecas…”, reiteró.

Benjamín Miranda aseveró que este conflicto ha sobrepasado los límites: “Nos están matando de hambre y de sed porque no han permitido que se construya la presa, pero el gobierno no actúa”.

Por ello, recurrirán en lo inmediato ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para que intervenga en este conflicto, ya que, reiteró, peligra la vida de él y la de los miembros de la organización Comal.

El 24 de mayo, en Pinos, Zacatecas, Miranda González entregó al presidente Andrés Manuel López Obrador una carta para solicitar que atienda este caso, pero no se ha recibido una respuesta positiva del gobierno federal.

Un pueblo pobre

Mientras eso sucede, los pequeños productores de Jiménez del Teúl sortean las grandes carencias con lo único que saben hacer: labrar la tierra y criar ganado. Pero la falta de agua no les permite realizarlas como quisieran, lo que se refleja en la falta de alimento para los animales o de semillas para sembrar.

La sequía ha obligado a pobladores de los cerros a habitar más abajo, pero ante la falta de maquinaria, tractores, insumos y semillas, muchos se han dedicado a robar ya sea ganado o cosechas para comer.

En tanto, los más jóvenes han tenido que abandonar el municipio en búsqueda de estudio o un trabajo, ya sea en Estados Unidos o en otras latitudes del territorio zacatecano.

En medio del quemante Sol y de una tierra que pide a gritos la lluvia, con animales flacos que buscan desesperados la sombra de un árbol, quienes se quedan se dedican a la venta de nopal o a “actividades rústicas” se aferran a esta labor, aunque no les deja grandes dividendos.

Agua para más de 500 mil habitantes

Benjamín Miranda entregó una carta al presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no ha recibido una respuesta.

Pese a que el río está seco completamente, en la parte alta se pretende construir la Presa Milpillas, proyecto que, de ejecutarse, tardaría de 3 a 5 años en operar, dado el tiempo que implicaría su construcción, que se presenten precipitaciones pluviales y se almacene el agua.

Además de abastecer del recurso a las comunidades y ejidos de Atotonilco, Jiménez del Teúl, Carrizo. Bocas, Carretas, El Potrero, Guadalupe, Luis Moya, El Tepozán, Corrales, La Batea, El Refugio, Milpillas, El Niño Artillero y el área de los menonitas, con la Presa Milpillas se dotaría a los municipios de Fresnillo, General Enrique Estrada, Calera, Morelos, Guadalupe y Zacatecas.

Entre estos últimos tres municipios se concentra casi la mitad de la población total del estado.

Mientras se resuelve la lucha de comuneros por dirimir el asunto, integrantes de la REMA mantienen cerrados los accesos de donde se encontrará el ojo de la presa. Para acceder ahí, campesinos y pequeños ganaderos han expuesto sus vidas porque deben rodear y se exponen a accidentes, con el peligro de caer al peñasco.

Autoridades de los organismos operadores del agua potable han manifestado que en los próximos cinco años se terminará el agua en Zacatecas, por lo que urge la construcción de la Presa Milpillas como la única alternativa para dotar del recurso a los pobladores del corredor Fresnillo-Guadalupe.

Por lo pronto, la lucha entre comuneros influyó para que no se liberen los terrenos donde se asentará el embalse de la presa, y ello llevó a cancelar, momentáneamente, la licitación de la segunda etapa de construcción de la presa, cuyos estudios llevan más de 10 años.G

Y pese al anuncio de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de la cancelación de la licitación, el gobierno que encabeza Alejandro Tello Cristerna manifestó que éste no ha abortado y que se sigue en la lucha para concretar esta importante obra, que sería la más importante de su quinquenio, pero también la esperanza de vida para miles de zacatecanos.

Erik Flores / Tropicozacatecas.com

FOTOS: Erik Flores

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