Greta Thunberg: «Los sistemas políticos y económicos han fracasado, pero la humanidad aún no ha fallado»


«Axis Mundi»

«Una crisis representa un dilema y, en una crisis, todos tenemos que dar unos pasos atrás y actuar por el bien común de cada uno y de nuestra sociedad. En una crisis, te adaptas y cambias tu comportamiento». Tal ha sido el mensaje del pasado 20 de junio de la célebre activista ambiental de 17 años, Greta Thunberg,[i] emitido en su programa de radio «La humanidad aún no ha fallado». En dicha emisión, disponible en sueco e inglés,[ii] la dos veces nominada al Premio Nobel de la Paz[iii] delibera sobre la ciencia del clima y el activismo; de cómo las actividades contaminantes de las naciones ricas e industrializadas están provocando las condiciones globales que impactan, de forma desproporcional, a los grupos pobres e históricamente marginados, además de los fracasos de los sistemas económicos y políticos existentes.

Thunberg, cuyas solitarias protestas frente al Parlamento sueco inspiraron el movimiento mundial Viernes para el Futuro, también comparte historias y reflexiones sobre sus recientes viajes como una de las líderes contra el cambio climático[iv] más reconocidas del mundo. En agosto de 2019, ella navegó a través del Océano Atlántico hasta los EUA y, después de hablar en la Cumbre de las Naciones Unidas sobre la Acción Climática, en la ciudad de Nueva York, se presentó ante el Congreso de los EUA y se unió a varias protestas que exigían acciones reales contra el calentamiento global mientras exploraba América del Norte.

El que recaiga sobre jóvenes como ella la tarea de dirigir la atención mundial a las advertencias científicas sobre el clima y la emergencia ecológica, señala Thunberg, debe ser visto como «un fracaso más allá de toda imaginación». Ella considera el que los periodistas y varias personas, con frecuencia, le pregunten cómo la comunidad internacional debería resolver esta «crisis existencial», en lugar de escuchar a los científicos, resulta algo absurdo: «La gente quiere algo simple y concreto, y quieren que sea ingenua, enojada, infantil y emocional», dice Thunberg, recordando un encuentro con una periodista sueca mientras critica la forma en que los medios de comunicación mundiales han cubierto tanto su activismo como la crisis climática: «Esa es la historia que vende y crea más clics».

Durante su gira por América del Norte, Thunberg observó algunos de los impactos del cambio climático, por ejemplo, al viajar a Paradise, California, que fue devastada por el gran incendio forestal de 2018,[v] así como el retroceso del Glaciar Athabasca en el Parque Nacional Jasper, que se encuentra en la provincia canadiense de Alberta, rica en petróleo, el único lugar que no se le permitió visitar. «Alberta tiene un grupo de presión petrolero muy poderoso y muy criticado, que es bien conocido por sus duros métodos para silenciar a cualquiera que consideren una amenaza para su industria, y a mí definitivamente me consideran una amenaza para ellos —explica Thunberg—. En varias ocasiones, necesito pedir protección policial cuando el nivel de amenazas y el acoso se vuelven demasiado graves».

Después de que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2019 (COP25) se trasladara de Santiago de Chile a Madrid, España, Thunberg regresó a Europa para estar presente en tal evento; sin embargo, algunos de sus futuros proyectos, incluido un posible viaje a China, se cancelaron debido a la actual pandemia de coronavirus, la cual, como bien saben nuestros lectores, ha causado cierres y restricciones de traslado en todo el mundo durante los últimos meses.

La crisis del COVID–19 —que ha llevado al movimiento Viernes para el Futuro a convertirse en una campaña principalmente digital— «podría servir como una llamada de atención al mundo sobre el tipo de medidas necesarias para hacer frente a la crisis climática», argumenta Thunberg, al tiempo que reconoce los impactos «catastróficos» de la pandemia en las personas de todo el mundo y en la economía mundial. «La tragedia del coronavirus, por supuesto, no tendrá efectos positivos a largo plazo sobre el clima, aparte de una sola cosa: la comprensión de cómo se debe percibir y tratar una emergencia. Porque durante la crisis del coronavirus, de repente actuamos con la fuerza necesaria», afirma ella, señalando las reuniones internacionales, los rescates financieros masivos, los eventos cancelados, las duras restricciones y la cobertura mediática bien enfocada.

Aunque cada vez hay más llamados en todo el mundo para una «recuperación verde» después de la pandemia, Thunberg expresa su preocupación de que tales planes no vayan lo suficientemente lejos, en términos de transformar los sistemas que contribuyen a la crisis climática; a lo largo de todo su programa de radio, ella plantea repetidamente que «la crisis climática y ecológica no puede ser resuelta dentro de los sistemas políticos y económicos que existen hoy en día».

Incluso, señala Thunberg, si los responsables de la formulación de políticas quieren llevar a cabo una ambiciosa acción climática, sus esfuerzos se verán obstaculizados por los planes existentes para actividades contaminantes, como la producción de combustibles fósiles —algo que estamos presenciando en México, con la actual administración presidencial[vi]—: «Si queremos evitar una catástrofe climática, tenemos que hacer posible que se rompan los contratos y se abandonen los acuerdos y convenios existentes a una escala que ni siquiera podemos empezar a imaginar hoy en día, y eso por sí solo requiere una forma de pensar totalmente nueva, ya que ese tipo de acciones no son política, económica o jurídicamente posibles hoy en día».

Cerca del final de su programa, Thunberg apunta: «Puede que hayan pasado muchas cosas en los últimos dos años, pero los cambios y el nivel de conciencia requerido todavía no están a la vista. Las cosas pueden parecer oscuras y desoladoras, pero creo que hay esperanza y esa esperanza viene del pueblo, de la democracia, de ti, de la gente que cada vez más por sí misma está empezando a darse cuenta de lo absurdo de la situación. La esperanza no proviene de la política, los negocios o las finanzas, y eso no es porque los políticos o los empresarios sean necesariamente malvados, sino porque lo que se necesita en este momento simplemente parece demasiado incómodo, impopular y poco rentable .

Aunque la conciencia pública y las demandas de avances aún no son lo suficientemente fuertes, Thunberg añade, «hay señales de cambio, de despertar. Tomemos como ejemplo el movimiento Me Too (Yo también),[vii] Black Lives Matter, o el movimiento de las Huelgas Escolares:[viii] todo está interconectado. Hemos pasado un punto de inflexión social. Ya no podemos apartar la vista de lo que nuestra sociedad ha estado ignorando durante tanto tiempo, ya sea la igualdad, la justicia o la sostenibilidad. Desde el punto de vista de la sostenibilidad, todos los sistemas políticos y económicos han fracasado, pero la humanidad aún no ha fallado».

 

[i] https://www.eleconomista.com.mx/arteseideas/Quien-es-Greta-Thumberg-la-activista-que-lucha-contra-el-cambio-climatico-20190929-0006.html

[ii] https://open.spotify.com/episode/7E2Wz3C5XwtEw3Pi96tLQA?si=LoWmxKZbTYegq4-wRRRvHg

[iii] https://www.eluniversal.com.mx/mundo/greta-thunberg-nominada-al-premio-nobel-de-la-paz-2020

[iv] https://tropicozacatecas.com/2019/09/08/cambio-climatico-aun-hay-esperanza-para-el-ser-humano/

[v] https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-46197819

[vi] https://www.oinkoink.com.mx/noticias/nuevo-conflicto-energetico-entre-amlo-y-la-ip/

[vii] https://www.dw.com/es/me-too/t-41232422

[viii] https://www.bbc.com/mundo/noticias-48025062

Puedes compartir esta noticia en tus redes sociales.
Previous Acumula el estado 842 casos de coronavirus
Next Supervisa Julio César Chávez instalación de mil 200 calentadores solares