Axis Mundi: Cine de terror latino y derechos humanos


Al emplear eventos históricos y lo sobrenatural, así como la presencia del terror y la fantasía, los filmes El laberinto del Fauno (2006) y El espinazo del diablo (2001), de Guillermo del Toro, llevaron una reflexión sobre la Guerra Civil Española (1936–1939) a una audiencia internacional. En El laberinto…, el genial cineasta mexicano mostró al público los horrores de los abusos cometidos por las fuerzas franquistas en los años 40, los cuales fueron personificados a través del monstruoso fascista Vidal, y su alter ego de otro mundo, el Hombre Pálido. Hadas, un fauno y un reino subterráneo mágico coexisten con las duras realidades de la España posterior a la citada contienda. Tales elementos de fantasía atrajeron, con éxito, a las audiencias que tal vez, con anterioridad, podrían haber tenido poco interés en la historia española del siglo XX.

El enfoque de Del Toro, al mezclar géneros como el cine histórico y el fantástico (en el sentido que le otorga nuestro amigo, Gonzalo Lizardo: «Lo fantástico […] es un efecto literario, una duda que nace en el lector»),[i] le permite llegar a un público amplio y variado, al tiempo que proporciona un agudo comentario social e histórico sobre el tenso pasado de España y, en virtud de ello mismo, podemos señalar cómo la filmografía de Guillermo del Toro ha influido en una serie de películas latinoamericanas recientes, las cuales combinan el realismo, la fantasía y lo sobrenatural para llegar a una audiencia mundial y arrojar luz sobre los males sociales y los abusos a los derechos humanos en nuestro continente.

Dos de tales filmes son Vuelven (2017, que en inglés lleva el poético título de Tigers are Not Afraid), de la directora mexicana Issa López, y La Llorona (2019, no confundir con la malograda La maldición de la Llorona, también del 2019), del guatemalteco Jayro Bustamante. Ambas cintas apuntan a un género creciente de películas, al mismo tiempo realistas y sobrenaturales, que llaman la atención sobre la corrupción política y la sistemática violación de los derechos humanos en Latinoamérica.

Como bien señala Issa López, Vuelven porta su influencia de El laberinto del Fauno con orgullo. Por cierto, el filme de la cineasta ha sido elogiado por el propio Del Toro, así como por los grandes escritores de horror y fantasía, Stephen King y Neil Gaiman. Al igual que en El laberinto…, la protagonista es una niña, Estrella (Paola Lara), que se une a una banda de niños de la calle, quienes, como ella, han quedado huérfanos debido a los feminicidios —el asesinato intencional de mujeres en razón de su género— cometidos por un político local corrupto y capo de la droga, El Chino (Tenoch Huerta), así como por los sicarios que trabajan para él, Los Huascas.

La figura narrativa de los fantasmas que buscan venganza, en este caso los de la madre de Estrella y las demás mujeres asesinadas, quienes buscan atrapar y asesinar a los responsables de sus muertes, son guiños evidentes a los filmes de Del Toro, El espinazo del diablo y La cumbre escarlata (2015), ya que, como en las citadas películas del director mexicano, la fantasía y lo sobrenatural chocan con los horrores de la vida real, como explica López:

«El horror va directamente a nuestra emoción más íntima y primitiva, así que si puedes sostener tu trayecto hasta allí tienes el corazón y el oído del público. Entonces puedes entrar en sus otros miedos, en los que realmente no quieren entrar, los reales».[ii]

Vuelven emplea lo sobrenatural para revelar un aspecto abominable de la corrupta política de México, así como sus conexiones con el crimen organizado y los feminicidios, lo cual proporciona un sendero hacia la realidad mexicana para los fans de las películas de terror internacionales.

Por su parte, La Llorona asimismo aprovecha el poder de lo paranormal para relatar la cruenta historia del genocidio del pueblo maya Ixil a manos de los militares en Guatemala, durante la década de los 80’s del siglo pasado. La película sigue al general Enrique Monteverde (Julio Díaz) y a su familia, después de que unos furiosos sobrevivientes y los manifestantes contra el genocidio rodean su casa exigiendo justicia, por lo que la familia se encuentra atrapada en su interior.

El personaje de Monteverde se basa en el ex dictador y general retirado del ejército, José Efraín Ríos Montt, quien, durante su presidencia (1982–1983), fue responsable del genocidio de cerca de 10,000 personas y la destrucción de más de 400 comunidades indígenas mayas. En un juicio celebrado en 2013, sobre la base de testimonios orales de más de 90 supervivientes, el cual se recrea en la película, fue declarado culpable del genocidio del pueblo maya Ixil. Sin embargo, el veredicto fue rápidamente anulado por el Tribunal Constitucional, ya que los miembros de la élite militar temían que un fallo a favor de las víctimas los llevara también a enfrentar la justicia.

El filme cuenta acontecimientos sociales, políticos y sobrenaturales que suceden tras la llegada de la sirvienta Alma, una mujer maya (María Mercedes Coroy) con una presencia mística. Como bien saben nuestros lectores, la Llorona es una figura sobrenatural presente, desde la época de la conquista española, en leyendas y tradiciones de toda América Latina. En algunos relatos se señala que, después de ahogar a sus hijos y suicidarse, el fantasma de la madre se ve obligado a vagar mientras llora por su familia muerta. En la reelaboración de Bustamante de esta leyenda, para referirse a la historia del genocidio, los niños de Alma son ahogados por militares bajo las órdenes de Monteverde. Los lamentos fantasmales llenan la casa del general desde la llegada de Alma, pero sólo los oye Monteverde, quien se ve atormentado por ellos.

La Llorona y Vuelven son convincentes historias de fantasmas que emplean, inteligentemente, el atractivo universal de los relatos de terror para mostrar, a sus espectadores, las realidades sociales mexicanas y guatemaltecas que el público internacional suele pasar por alto, además, estos filmes exponen que, mientras todos amamos un buen sobresalto en nuestras pantallas, los verdaderos horrores están a nuestro alrededor y merecen ser relatados.

 

Notas de referencia:

[i] https://ljz.mx/2020/08/10/memorias-de-un-basilisco-de-gonzalo-lizardo-por-mas-que-cambien-los-gobiernos-de-signo-politico-persiste-la-misma-fobia-contra-la-cultura/

[ii] https://www.latimes.com/entertainment-arts/movies/story/2019-08-23/tigers-are-not-afraid-issa-lopez

Carlos Hinojosa*

*Escritor y docente zacatecano

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